El huracán Melissa atravesó Cuba este miércoles tras penetrar por la costa sur de Santiago de Cuba, cerca de la localidad de Chivirico. El fenómeno meteorológico provocó inundaciones y las crecidas de los ríos en Holguín, una de las provincias más afectadas por el fenómeno natural.
Imágenes captadas en videos enviadas a nuestra redacción muestran calles y casas anegadas en la capital provincial y en varios municipios.
En Sagua de Tánamo, los vecinos observaban alarmados la subida sin freno del río del mismo nombre mientras recogen las pertenencias que han podido salvar de sus viviendas inundadas, ponen a buen recaudo a ancianos y niños e improvisan barricadas con sacos de arena y piedras.
“El río sigue subiendo. Hay muchas casas tomadas por el agua y a varias personas se les han mojado sus cosas”, relató una vecina que prefirió no identificarse.
Las autoridades locales alertaron sobre el peligro de nuevas crecidas y pidieron a los residentes de las zonas bajas que evacuen de inmediato.
La comunidad Camilo Cienfuegos, en Antilla, no enfrentó grandes daños, pero en otras partes del pueblo, “he visto árboles caídos, casas dañadas y sin techo”, dijo Ana Bárbara Fernández.
En Mayarí, el paso del huracán acarreó graves daños a los cultivos agrícolas y forestales, debido a sus fuertes vientos, que arrancaron plantas, y a las lluvias torrenciales, que causaron inundaciones en varias zonas.
“Estragos en los árboles. Hay bastantes daños forestales, hay viviendas afectadas, techos caídos de las casas menos fuertes, que tienen tejados de zinc o de fibrocemento y de otros materiales que no son hormigón armado”, reportó el periodista independiente y biólogo Osmel Ramírez.
"una verdadera catástrofe"
“Los ríos están crecidos, una creciente inmensa, como hace muchísimos años no se veía. No se reporta ningún daño en vidas humanas, digo, que haya llegado información a mí porque es que estamos incomunicados”.
El comunicador describió el impacto del fenómeno como devastador para el entorno natural y productivo, afectando directamente la economía local y la seguridad alimentaria de muchas familias:
“En la agricultura; todo el maíz que estaba pronto a cosecharse ya dentro de un mes, está en el piso tirado. Hay unas afectaciones tremendas en los cultivos de plátano y muchos árboles frutales también destruidos”, señaló.
El doctor Eduardo Cardet, residente en Velasco calificó lo ocurrido como “una verdadera catástrofe”: vientos muy fuertes, lluvias continuas durante horas, intensísimas, lo cual ha provocado el desbordamiento del río y de las cañadas”.
“En mi casa, el agua llegó casi a dos metros de altura lo cual, desgraciadamente, nos ha ocasionado pérdidas materiales graves. Virtualmente hemos perdido todo. Se han dañado la mayoría de los equipos electrodomésticos y los muebles, los colchones. Lo bueno es que estamos vivos”.
Los ciclones crean condiciones idoneas para la propagación de enfermedades infecciosas y otros problemas de salud pública. El principal riesgo sanitario proviene de la falta de agua potable y el saneamiento deficiente, exacerbado por las inundaciones.
"Nos esperan días muy duros"
“Lo peor está por llegar. Sé que nos esperan días muy duros, muy difíciles. Para ponerte ejemplo, no hay agua potable. La que teníamos, desgraciadamente se nos contaminó. Para no hablar ya de la falta de alimentos y de otros recursos de primera necesidad. La electricidad que ya era una situación muy precaria seguramente empeorará”, lamentó el médico.
“Las epidemias que van a acompañar todas estas situaciones, solo Dios nos puede ayudar y fortalecer nuestro espíritu para poder salir adelante y ayudar a nuestra familia, a los vecinos, a los amigos que están en situaciones similares, sino peores a la nuestra”.
En Guantánamo, la provincia más al este de la isla, las autoridades ordenaron evacuaciones desde el fin de semana. En zonas bajas, como el Valle de Caujerí y San Antonio del Sur, la población se desplazó casi por completo a refugios improvisados en los inmuebles de la universidad provincial y de escuelas primarias.
Fotos y videos de la ciudad cabecera exponen calles desiertas, ramas y cables eléctricos caídos, así como daños en casas y edificios estatales.
En el municipio Caimanera, aunque “ha llovido fuerte, no hay inundación y el viento voló techos, las cerca de las casas, tapas de registro”, detalló la activista Odalis Legrá.
Incomunicados tras el huracán
La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA), “luego de una evaluación preliminar de los posibles daños”, informó que están desconectadas de la red nacional la provincia de Guantánamo, varios municipios de Santiago de Cuba y Granma, así como localidades de Holguín.
“Gran parte de los servicios móviles y fijos afectados se soportan en sitios de radiobases y gabinetes que hoy se encuentran apagados por la falta de fluido eléctrico y también por problemas de conectividad”, dice la nota de ETECSA, avisando que la incomunicación puede prolongarse por horas.
Bayamo sintió con fuerza los embates del siniestro. Se registró la caída de árboles como consecuencia de los fuertes vientos y el desbordamiento del río Bayamo por las intensas lluvias.
“El viento fue muy intenso. Volaron tejas de casa, tumbó matas, trajo mucha agua, todo esto acompañado de una oscuridad total porque te quitan la corriente doce o quince horas, hasta veinte horas. Eso es diario, te tumban el Internet”, subrayó Juan Carlos Flores.
"Sin alimentos, ¿qué nos vamos a hacer?"
“Es una tortura lo que estamos viviendo nosotros los cubanos y pasar por una situación como esta de un ciclón, un huracán de esta categoría, con ese sonido terrorífico que hace”.
De igual modo sucedió en Santiago de Cuba, en la capital provincial y en pueblos como Contramaestre. “Casas dañadas una pila. Como ha llovido mucho para la loma, toda esa agua viene para acá y se revientan los manantiales que hay”, enfatizó Yerine Mesa Estrada, mientras sacaba el agua que penetró en su hogar.
“Fue terrible y sin alimentos, ¿qué nos vamos a hacer?", lamentó.
En la pequeña comunidad de San Juan, muy cerca del lugar donde el huracán tocó tierra en la isla, varias casas resultaron dañadas debido a las precipitaciones y a la crecida del río.
“Se cayeron algunas matas. De la escuelita que queda al frente, se le cayó [el cartel] que dice instituto. Mi casa está mojada completa y hay otras casitas también que sufrieron daños. La delegada pasó y vio los casitos y los apuntó".
“Los celulares no tienen cobertura, al no haber corriente no hay cobertura. No recibimos, a última hora, información. Nos quitaron la corriente a las dos de la tarde y eso no se hace porque el pueblo tiene que estar informado”, recalcó una pobladora del lugar.
Foro